En la soleada tarde de Campana, Villa Dálmine y Crucero del Norte abrieron la fecha número 15 del torneo Nacional B. Fue victoria para el local por la mínima diferencia, con tanto de Cérica en el arranque.
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| FOTO: PRENSA VILLA DALMINE |
El trámite del “match” se encontró con un movido arranque, ya que en tan solo cinco minutos remató Pérez para la visita, pero se fue desviado. Un minuto después, cuando los equipos se asentaban en el campo, y empezaban a tomar la pelota, apareció el viola con una excelente habilitación de Brizuela, quien asistió a Cérica, y el mismo tras un remate cruzado abrió el marcador de manera temprana para el local. En diez minutos con el resultado a su favor, Renso Pérez fue quien tuvo la chance de ampliar, ya que Brizuela, muy importante en la ofensiva de Dálmine, puso un centro a su cabeza, pero la pelota terminó en poder de Requena.
No fue más que la jugada del gol y el cabezazo de Renso; el viola empezó a quedarse y bajó el empuje y el buen juego de Crucero, empezaban a llegar las situaciones de peligro para la visita. En catorce, Castro entró al área y remató, pero “San Kletnicki” la mandó al córner. Posteriormente, un cabezazo de Dujaut fue la acción que hizo lucir nuevamente al arquero del viola. En veinte minutos, Dálmine volvía a atacar el arco del colectivero, tras un remate de afuera del área de Recalde, que con lo justo, Requena envió a córner. Los de misiones presionaban e hicieron méritos para empatarlo, pero no alcanzó y se fueron al vestuario con la ventaja en uno para el local.
Durante la segunda mitad, no cambió mucho el juego, ya que Dálmine seguía generando poco, pero tuvo una gran labor defensiva, que no permitió que el empuje de Crucero pase a mayores. En doce minutos, tras una jugada colectiva, Dujaut definió pero se fue desviada. Y así, con pocas llegadas de ambos lados y un equilibrio del viola que supo mantener la ventaja, finalizó el encuentro.
Concluyendo, el local volvió al triunfo tras una dura parada en Mataderos, y supo demostrar que el buen momento por el que pasa no tiene descanso. Por el lado de los misioneros, siguen con su maldición jugando fuera de casa; y se vuelve con las manos vacías en el objetivo de sumar la mayor cantidad de puntos posibles.
