En un nuevo domingo caluroso, Ferro volvió a ganar de local con autoridad y un poquito de sobresalto al final, y sigue prendido a la punta del campeonato.
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| FOTO: FERROWEB |
Había ansiedad y expectativa en la gente de Ferro antes de este partido. De local, luego del gran triunfo en San Luis de la semana pasada, era el momento de confirmar las aspiraciones de ascenso y seguir en la punta. Enfrente un equipo que venía golpeado, con nuevo técnico y con problemas de cobro de sus jugadores. Había que ganar.
Con un cambio con respecto al encuentro anterior, el “Chino” Vizcarra por Leandro Díaz (lesionado) en el ataque, Walter Perazzo volvió a plantar un 4-4-2, que cuando el local atacaba se transformaba en un 4-3-3 por la subida sobre la izquierda del proyecto de crack, Martin Ojeda, ya dueño del puesto a los 17 años.
El comienzo fue muy friccionado, con un Independiente RM mordiendo a la salida del rival, súper-poblando el mediocampo y tratando de cortar el circuito central que siempre pasaba por Sebastián Navarro. El "Verdolaga" intentaba por abajo, tratando de mantener la pelota y el toque seguro instituido por el técnico en esta nueva campaña. Así, de a poco, Ferro se fue metiendo en el campo rival, sobretodo explotando a Ojeda y su articulación por izquierda, con las subidas del "Polaco" Mazur.
Lo tuvo “Pupi” Salmerón a los 24 y, 2 minutos después, luego de una combinación por derecha de Navarro con Alan Aguirre, este último con un taco dejó sólo en el área a Ojeda quien definió de manera implacable. Era el 1 a 0 y era fiesta en Caballito. Todo el resto del primer tiempo fue del "Verde". Juego asociado, buena dinámica y creación de situaciones de peligro, pero sin lograr engrosar el marcador.
Sobre el final de la primera etapa, un ataque de Ojeda por la izquierda terminó con un centro que el arquero Scapparoni rechazo mal, la pelota cayó en los pie de Menguez que la puso como con la mano en la cabeza de Vizcarra. El “Chino” cabeceó al centro del arco dándole la oportunidad al defensor Javier Silva de sacarla en la línea. Y al vestuario con la ventaja por la mínima diferencia y con la sensación de poder haber convertido 1 o 2 goles más.
El segundo tiempo empezó de la misma manera. Ferro jugando con prolijidad, yendo al ataque, mientras que Independiente trataba de recuperar la pelota en el medio. A los 3 minutos un pelotazo de Alan Ahuirre desde la derecha cruzado a Salmerón, que corre todas y corrió esa también, aunque parecía que no podía llegar nunca, provocó la salida lejos del área, casi sobre el córner del arquero Scapparoni, quien la rechazó con los pies para entregársela servida a Ojeda, éste mandó un centro perfecto a Vizcarra, que esta vez sí, de cabeza a un costado, puso el 2 a 0.
Todo parecía controlado por el local. El toque de Navarro, las subidas peligrosas de los laterales Mazur y Aguirre, la solvencia de Aquino y los centrales Frontini y Vera, la picardía y habilidad de Ojeda y la gran entrega, solvencia, solidez y algunos lujos de Salmerón, le ganaban al empuje de los mendocinos que intentaban pero no podían. Salió Vizcarra y entró Affranchino con Ojeda ya más de punta, con el fin de tener más la pelota en el medio. Hasta que a los 28 minutos, en una pelota fácil para la defensa del equipo de Perazzo, el 1 Limousin salió mal con los pies entregándole el balón a Pereyra que dejó solo a Gautier y éste definió el ángulo.
En los últimos 15 minutos, el equipo de Caballito se dedicó a aguantar el resultado, tratando de cuidar la pelota, no arriesgar y resistir los embates desordenados e inefectivos de los mendocinos. Perazzo cerró el partido sacando a Navarro y a Ojeda y poniendo 2 mediocampistas de más marca como Alderete y Puglia.
Fue 2 a 1, y la punta en soledad. Por lo menos hasta el partido del lunes 22/2 de Talleres de Córdoba, Ferro mira a todos desde arriba y sueña.
